La Ciudadana QK

Como la radio toda, queda en el aire la sugerencia para que la radio pública aprenda de la privada y viceversa. O sólo que por eso -y nomás por eso- hagan intercambio de frecuencias en el Imer.

Llamó la atención -al grupo La Radio… del amigo Galicia Rojón- el intercambio de frecuencias del Imer. (Con el mes, Ciudadana deja de ser 660 para pasar a 1530, y la denominada Tropicalísima pasa a ocupar una de las mejores frecuencias del Imer, pero que ha sufrido innumerables cambios desde sus tiempos privados. (Ya con el Imer, incluso, fue la identificada RIN, Radio Infantil… Y pues sí, es de llamar la atención que un ente de la supuesta “radio pública” acuda a un recurso ya bastante manoseado de la radio privada. Con todo, es comprensible que los contenidos (hablados) se confinen a una posición de menor calidad y potencia, y se conceda una buena frecuencia a la música… con tal que sea de calidad. Porque, valga recordar, tiempos hubo en que las barras musicales de 660 fueron muy buenas. Por cuanto al género tropical, es tan rico y variado que bien podrían hacer una señal de lujo, pero… ¿lo conseguirán cuando expira el sexenio? Pudo ser, incluso, que la música mexicana tuviera una mejor salida que la 710, pues es la representativa del país, pero… la supuesta música “mexicana” que toca el Imer, salvo la de XEB, es de muy dudosa manufactura. (Creo que hasta en 710 ya usaban la grosera generalización del “regional mexicano”). Y bueno, la estación piloto tampoco ha sido cuidada como deberían cuidarla. En el Imer no han dado buenos resultados ni los medio santones de la radio privada, menos los que poco saben de radio. La razón no es que el gobierno eche a perder todo; sospecho que, en el fondo, nadie ha querido entender que la radio de servicio debe cocinarse con ingredientes propios y, principalmente, precisamente con genuina vocación de servicio. De eso muy poco se sabe en la radio privada. El antiguo llamado a que ambos tipos de radio (pública y privada) se retroalimenten, y aprendan uno de otro, parece quedar flotando.